Fútbol femenino en la actualidad visto desde la psicología
- ogonzalezm1
- 10 mar 2020
- 6 Min. de lectura
El rol femenino en el fútbol amateur y profesional, asume nuevos retos que serán objeto de estudio durante el desarrollo de este artículo, como, por ejemplo, la ansiedad pre/competitiva.

Por: Valeria Duque Mora , Julián Galindo Cárdenas , Daniela González Forigüa
Semillero de Psicología Clínica y de La Salud
La participación de las mujeres en el fútbol se remonta a 1894, cuando la activista británica, Nettie Honeyball, funda el primer club deportivo denominado “British Ladies Football Club”, ya que quería demostrar la capacidad de la mujer de emanciparse y tener un rol activo e importante en la sociedad británica. Años más tarde y con el inicio de La Gran Guerra, el género femenino logró introducirse en las fuerzas laborales, abriéndose campo en los equipos de fútbol de las fábricas, debido a que gran parte de la población masculina tuvo que enlistarse e ir a los campos de batalla. Sin embargo, solo hasta el Mundial de Fútbol de 1966 y tras el desmesurado interés de los aficionados por la participación de mujeres en este evento, fue que la FA decidió en 1969 incorporarlas con la creación de la rama femenina de la FA.
Con el transcurso de los años y la lucha incesante de la mujer por la participación profesional deportiva, esta ha logrado tener mayor visibilidad y respaldo por parte de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), dejando claro, la calidad y compromiso de su profesionalismo.
Hoy en día, el rol femenino en el fútbol profesional, asume nuevos retos que serán objeto de estudio durante el desarrollo de este artículo, como, por ejemplo, la ansiedad pre/competitiva, ya que tiene gran incidencia en el rendimiento físico, y la evaluación negativa, por otro lado, se identificarán los factores protectores a la discriminación y la orientación al logro, teniendo en cuenta los valores de la deportista.
Para empezar, se debe tener en cuenta que la ansiedad precompetitiva se entiende hoy en día, a partir de tres diferentes dimensiones. Cox, Martens & Russell (2003) contemplan cada una de ellas. En primer lugar, se encuentra la ansiedad somática, la cual atiende a los indicadores fisiológicos característicos de la ansiedad, como lo son, la respuesta galvánica de la piel, la alteración del ritmo cardíaco, las tensiones musculares y la visión de túnel, asimismo, se menciona la ansiedad cognitiva, que hace referencia al tipo de evaluación o juicio negativo que hace el deportista sobre su rendimiento físico. Finalmente, dichos autores, consideran a la autoconfianza como una herramienta medidora del locus de control que tiene el individuo frente a las posibilidades de éxito en el ámbito deportivo, teniendo en cuenta que la escasez de esta herramienta, aumentan la predisposición de la ansiedad cognitiva, mientras que Cantón & Checa (2012), establecen una relación bidireccional positiva entre los altos niveles de autoconfianza y un óptimo rendimiento deportivo. Adicionalmente, (Buceta et al., 2003) menciona que existe una correlación ya sea positiva o negativa entre los estados de ansiedad y la autoconfianza.
Teniendo en cuenta lo referido anteriormente, merece la pena entablar una relación entre los estados de ansiedad y la motivación, partiendo de la teoría de la Autodeterminación (TAD) planteada por Ryan & Deci en 1997. Dicha teoría, se centra en la personalidad y la motivación humana haciendo hincapié en cómo los recursos humanos intrínsecos han evolucionado con la finalidad de construir la personalidad y la autorregulación de la conducta humana. Asimismo, la literatura centrada en la TAD, ha evidenciado que existen ciertos factores ambientales que influyen desfavorablemente la automotivación, el funcionamiento social y en el bienestar emocional. Por lo tanto, Ryan & Deci (1997), afirman que “ la TAD es concerniente no solo a la naturaleza especifica de las tendencias positivas del desarrollo, sino que también examina lo ambientes sociales que son antagonistas a esas tendencias” (p,72). Por otro lado, en un estudio elaborado por (Cecchini et, al. 2004) en atletas adolescentes, evidencio que “la autoconfianza estaba asociada con las motivaciones intrínsecas, mientras que los dos estados de la ansiedad se asocian con las extrínsecas” (p,106).
En cuanto a la definición de la motivación en el ámbito deportivo, Roberts & Duda (1992, citados por Calvo et, al. 2000) mencionan, que es un elemento primordial ya que influye significativamente en el redimiendo de actividades físicas. De igual forma, es imprescindible tener en cuenta dos factores altamente determinantes en la motivación. El primero de ellos, es la intensidad de la motivación, el cual se refiere al esfuerzo realizado por el sujeto a la hora de la ejecución de un comportamiento. Por otro lado, se menciona, la dirección de la conducta, que hace referencia a la aproximación en la que se encuentra el sujeto ante la situación o conducta en específico.
En resumen y en base a lo expuesto con anterioridad, se puede mencionar que aquel deportista que se encuentra con altos niveles de motivación, mejora significativamente la percepción que tiene este sobre sus propias habilidades físicas, además, influye como un factor protector para evitar el abandono y la deserción deportiva. Sin embargo, no es factible hacer una afirmación que evidencie la relación entre altos niveles de motivación con el mejoramiento de los resultados en las prácticas deportivas.
Por otro lado, se puede llegar a entender que el rol de la mujer en el fútbol actualmente ha llegado a tener una relevancia importante, en donde, además, estas deportistas pueden estar sujetas a una difícil aceptación en el campo, así como un papel que ha llegado a causar dificultades en Colombia precisamente por su poco reconocimiento. Dentro del planteamiento de la Psicología Clínica en el abordaje a la prevención y atención oportuna de situaciones en donde se puede tener una afectación de la salud mental, es donde podríamos situar una búsqueda de aspectos protectores positivos que favorezcan la posición en la que se puede llegar a encontrar las deportistas; Góngora, Vanesa C & Casullo (2009) mencionan que estos aspectos protectores positivos son abordados en dos formas principales: por un lado como factores a fortalecer en momentos de salud, entendiendo que su promoción permite prevenir la aparición de patología y por otro, se asume que en momentos de enfermedad, el trabajo de fortalecimiento de los aspectos positivos en donde también resulta terapéutico, contribuyendo al mejoramiento de la patología.
Entendiendo que las patologías (enfermedad crónica o transitoria) más comunes que pueden llegar presentar estas deportistas son la ansiedad, el estrés y posiblemente depresión debido a su rendimiento, las fuertes críticas, la falta de reconocimiento, la exigencia de su rol hasta el posible sufrimiento de lesiones, todo esto teniendo en cuenta que cada una de ellas puede llegar a afectarse a nivel psicológico.
Unos de los factores protectores positivos más estudiados en el campo clínico son: bienestar psicológico (Fava, 1999), optimismo (Seligman, Reivich, Jaycox & Gillham, 1995), esperanza (Klausner, Snyder & Cheavens, 2000) y afrontamiento efectivo (Snyder, 2001). Sin embargo, existen otros factores protectores positivos que han recibido escasa atención pero que también llegan a ser importantes, entre ellos el estudio de la inteligencia emocional en un contexto clínico, los valores que sostienen una persona y la relación de estos factores con el nivel de autoestima (Góngora, Vanesa C & Casullo, 2009).
Al introducir estos factores protectores positivos en las deportistas se podría llegar a mejorar su resiliencia ante todos los factores que pueden representar un aspecto negativo que influye en su estabilidad mental.
REFERENCIAS
Buceta, J. M., De La Llave, A. L., Llantada, M. D. C. P., Vallejo, M., & del Pino, M. D. (2003). Estado psicológico de los corredores populares de maratón en los días anteriores a la prueba. Psicothema, 15(2), 273-277. Tomado de: https://www.redalyc.org/pdf/727/72715219.pdf
Calvo, R., Ureña, A., Martínez, M., & Cervelló, E. (2000). Estudio de la relación entre el clima social motivacional percibido en los entrenamientos, la orientación motivacional y la diversión en jugadoras de voleibol. In I Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte (pp. 379-387). Tomado de: https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/37955247/9clima.pdf?response-content-disposition=inline%3B%20filename%3DESTUDIO_DE_LA_RELACION_ENTRE_EL_CLIMA_SO.pdf&X-Amz-Algorithm=AWS4-HMAC-SHA256&X-Amz-Credential=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A%2F20200225%2Fus-east-1%2Fs3%2Faws4_request&X-Amz-Date=20200225T162002Z&X-Amz-Expires=3600&X-Amz-SignedHeaders=host&X-Amz-Signature=d1b60cdb492cfd9596ee474ffa452cd89bca2488dd91454f4c453af9e3a15a2f
Cantón Chirivella, E., & Checa Esquiva, I. (2012). Los estados emocionales y su relación con las atribuciones y las expectativas de autoeficacia en el deporte. Revista de psicología del deporte, 21(1), 0171-176. Tomado de: https://ddd.uab.cat/record/105877
Cecchini Estrada, J. A., González González-Mesa, C., Carmona Álvarez, Á. M., & Contreras, O. (2004). Relaciones entre clima motivacional, la orientación de meta, la motivación intrínseca, la auto-confianza, la ansiedad y el estado de ánimo en jóvenes deportistas. Psicothema, 16 (1). Tomado de: http://digibuo.uniovi.es/dspace/handle/10651/26741
Cox, R. H., Martens, M. P., & Russell, W. D. (2003). Measuring anxiety in athletics: the revised competitive state anxiety inventory–2. Journal of Sport and Exercise Psychology, 25(4), 519-533. Tomado de: https://shapeamerica.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/02640410400021484#.XlUm561Dmb8
Deci, E. L., & Ryan, R. M. (2012). Self-determination theory. Tomado de: https://psycnet.apa.org/record/2011-21800-020
GÓNGORA, VANESA C., & CASULLO, MARÍA MARTINA (2009). FACTORES PROTECTORES DE LA SALUD MENTAL: UN ESTUDIO COMPARATIVO SOBRE VALORES, AUTOESTIMA E INTELIGENCIA EMOCIONAL EN POBLACIÓN CLÍNICA Y POBLACIÓN GENERAL. Interdisciplinaria, 26(2),183-205. Tomado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180/18011827002
Ryan, R., & Deci, E. L. (2000). La Teoría de la Autodeterminación y la Facilitación de la Motivación Intrínseca, el Desarrollo Social, y el Bienestar. American Psychologist, 55(1), 68-78 Tomado de: https://selfdeterminationtheory.org/SDT/documents/2000_RyanDeci_SpanishAmPsych.pdf





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